Dejo un fragmento del libro "ANOTACIONES EN TORNO
A UNOS PADRONES DE FUERTEVENTURA DE
PRINCIPIOS DEL XIX" de
FRANCISCO J. MACÍAS
MARTÍN, donde aparecen los nombres de varios de los apellidos que llevo: DeNiz, Llarena, Peña, Bello, Santana. El documento original pueden consultarlo en: http://mdc.ulpgc.es/cdm/singleitem/collection/tebeto/id/252/rec/4
"INTRODUCCIÓN
Lo que pretendemos
con estas páginas es acercar al lector a las características de la población
de Fuerteventura a principios del siglo xix. Y lo intentaremos a través de unos
censos con una clara finalidad militar, en el sentido que son el resultado de
una orden superior, dada a los responsables de los distintos pueblos y pagos de
la isla, para saber el número de hombres útiles para la guerra residentes en
cada uno, allá por 1809. Por tanto, nos trasladan a un momento bien preciso y
de sobra conocido, como es el de la llamada Guerra de la Independencia. Un
tiempo en que el temor habitual a la invasión extranjera, cobró mayor
virulencia. En este sentido, las autoridades no hicieron sino repetir viejos
patrones de conducta, que partían de una base indiscutible -al menos así lo
había demostrado la historia-: las Islas, y en este caso Fuerteventura, debían
defenderse contando sólo con sus recursos.
Son padrones que,
propiamente, caracterizan el estilo habitual de este tipo de documentos durante
la segunda mitad del siglo xviii. Aunque realizados por las mismas fechas, no
presentan, empero, una forma única de plasmar los datos. Como se verá, en los
listados aparecen, como decimos, los nombres de los varones -en ocasiones
figura alguna mujer, pero siempre en relación a su marido o a algún hijo-, su
condición o situación económica, edad, estado de salud, estado civil, número de
hijos, si está presente o ausente, estatura, etc.
La referencia,
reiterada, a la existencia de parientes «filiados», parece evidenciar que las
personas citadas en estas relaciones sólo son una parte de los adultos con
capacidad de combatir. El resto parece estar ya encuadrado, ordenándose estos
listados con el fin de organizar alguna/s unidad/ es de milicias urbana/s. Las
referencias a «hombres con posibles» ya en servicio, o apuntados en reclutas,
destacamentos, etc., así como de los 145 mecionados como no presentes «en el
actual servicio de las armas», lo indicaría. En todo caso, queda claro en la redacción
de las mismas que aluden a un abanico de edad muy concreto: el comprendido
entre los 14 y los 45 años, si bien en alguna existen individuos más jóvenes y,
en otras, más viejos.
En definitiva, y no
perdiendo de vista el momento histórico concreto, y tampoco la situación
socioeconómica del Archipiélago por aquel entonces, creemos que el documento
que presentamos ayuda a comprender mejor nuestro pasado, a valorar a nuestros
ancestros y a comprender lo que somos.
Una última
advertencia, el legajo, que reproducimos tal y como hoy se custodia en el
Archivo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife', está
incompleto y, en algunos pasajes, deteriorado. Cuando esta última circunstancia
ha impedido transcribir los datos así se advierte.
En todo caso, ahí
está y que cada cual extraiga sus consecuencias".
Pájara
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